Independencia energética

Miguel Galuccio en el Senado

Miguel Galuccio en el Senado

El CEO de YPF reiteró ayer que Argentina posee “los recursos potenciales no sólo para recuperar el abastecimiento energético, sino también para hacer de alguna manera, como ha hecho Estados Unidos, una revolución energética”.

El titular de YPF, Miguel Galuccio, reiteró ayer que Argentina posee “los recursos potenciales no sólo para recuperar el abastecimiento energético, sino para hacer de alguna manera, como ha hecho Estados Unidos, una revolución energética”. Al hablar ante un plenario de comisiones del Senado, Galuccio explicó que Argentina debe decidir si quiere “ser independiente o dependiente energéticamente”.

“Argentina está ante una reserva potencial tanto de gas como de combustible no tradicional de las mejores en el mundo. Tenemos la oportunidad enfrente nuestro”, afirmó. Para el funcionario, Argentina debe decidir qué hacer ya que cuenta con los recursos para hacerlo y consideró que como compañía YPF debe ser capaz de generar valor e inversión. Galuccio fue uno de los que más insistió, dentro y fuera del Gobierno, con la necesidad de fortalecer la inversión en la formación Vaca Muerta, aunque los resultados no se vayan a ver en el corto plazo. Su principal argumento son las enormes reservas de recursos no convencionales con las que cuenta Argentina. Según la Agencia estadounidense de energía, el país tiene 802 billones de metros cúbicos de gas y 27 mil millones de barriles de petróleo, las que ubican al país como el segundo y cuarto reservorio a nivel mundial, respectivamente.

El ejemplo de Estados Unidos constituye un fuerte incentivo para el país. La potencia del Norte será en 2019 el máximo productor de petróleo del planeta, por delante de Rusia, a la que pasará este año, y de Arabia Saudita. A finales del año pasado, la producción de petróleo estadounidense alcanzó los 7,74 millones de barriles diarios, superando por primera vez en mucho tiempo las importaciones de crudo. Estados Unidos, que es el mayor consumidor de petróleo del mundo, tuvo su pico de producción en 1970, con 9,6 millones de barriles diarios. Desde entonces, la cifra fue disminuyendo, hasta bajar a los cinco millones en 2008, pero luego empezó a crecer de la mano del fracking, las técnicas de fracturación hidráulica a las que ahora apuesta Argentina.

En Vaca Muerta ya se está desarrollando un primer cluster junto a la petrolera Chevron en un área de sólo 20 kilómetros cuadrados, donde la firma estadounidense se comprometió a desembolsar 1240 millones de dólares. En octubre del año pasado, Galuccio dijo que si pudieran desarrollar 75 clusters cambiaría no sólo el futuro energético del país, sino también la economía de las regiones donde están esos recursos. El acuerdo con Repsol puede facilitar esa situación porque se espera que ahora surjan nuevos convenios con empresas extranjeras.

El titular de YPF ayer destacó que el entendimiento con Repsol por la expropiación del 51 por ciento de las acciones de YPF constituye “un final feliz”, ya que significa “la recuperación de una herramienta elemental para el futuro energético para todos los argentinos”. “Se cierra un ciclo de manera exitosa”, remarcó. Además, aseguró que el modelo que impulsa al frente de la empresa “es un modelo donde lo privado y lo estatal se combinan de una manera virtuosa”.

Galuccio dijo que la matriz energética del país es fuertemente dependiente del gas, pero advirtió que desde el punto de vista medioambiental “es una matriz que es muy buena para el país”. Explicó que como presidente de la empresa petrolera intenta darle un perfil “profesional, ético, nacional y con estándares de seguridad de los cuales todos se pueden sentir orgullosos”. La petrolera YPF reportó el viernes pasado una ganancia de 5681 millones de pesos en 2013, un 45,6 por ciento más que el año anterior. A su vez, la inversión fue de 29.848 millones, lo que representa una suba interanual de 81,1 por ciento. Como consecuencia de la mayor inversión, la producción de petróleo creció 3,4 por ciento y la de gas un 2,2 por ciento. A su vez, las reservas probadas treparon un 11 %.

http://frackingargentina.org/2014/03/independencia-energetica/

¿Nadie quiere que Argentina produzca energía?

Fracking en Argentina

Por Nicolás de la Plaza @ziberial

Si hoy todas las fuerzas políticas, salvo la que administra el Estado, se oponen a que Argentina tenga un desarrollo energético que puede catapultar al país a ser una potencia ¿esto quiere decir que el argentino medio no quiere que exista producción petrolera? ¿Argentina es un país con habitantes que no quieren energía?

Criticar que un Estado paga la indemnización de una expropiación es en términos generales (no argentinos) casi un chiste. Pero dentro de la burbuja de pensamiento descabellada que aflige a Argentina, parecería un escandalo.

En estos días rarísimos para la política y específicamente en el tema energía, tenemos casos de posiciones increíbles. Por ejemplo, el PRO de Tandil, en alianza con la UCR y el massismo, lograron declarar a Tandil “Zona Libre de Fracking” en el Consejo Deliberante. Una zona en la que no hubo y no hay ni una gota de petróleo.

Es decir que el PRO, que hoy sería la única alternativa “no de izquierda” en todo el mapa político, se estaría oponiendo a que Argentina tenga un desarrollo energético ¿Exagerado? No. La explotación de crudo a través del fracking es la única forma de que Argentina no se convierta en un país importador. En un Uruguay. Las reservas argentinas convencionales (las de toda la vida, las que se explotan sin fracking, las que según Pino Solanas no contaminan…) tienen como máximo 30 años de vida. Siendo generoso.

Pero el PRO se opone. Si bien dentro del partido esta posición anti-producción petrolera no está generalizada (rescato a Miguel Braun y a Federico Sturzenegger con notas a favor del desarrollo energético), el gobierno de la ciudad nombró como funcionario de la ciudad de Buenos Aires a Juan Carlos Villalonga, el ex presidente de Greenpeace. Grenpeace, un mix de ideología colectivista, ataques quirúrgicos a ciertas compañías en desmedro de otras, lobby periodístico (desde mi nota sobre Camila Speziale en Infobae y luego de bajarla y subirla dos veces, fui prohibido en ese diario), es la punta política en el PRO en energía. Una política energética medievalista, como la de Pino Solanas o Lozano.

Todo esto lleva a una pregunta: Si hoy todas las fuerzas políticas, salvo la que administra el Estado (y hay que decirlo, lo siento), se oponen a que Argentina tenga un desarrollo energético que puede catapultar al país a ser una potencia real en unos años, ¿esto quiere decir que el argentino medio no quiere que exista producción petrolera? Si lo que paga electoralmente en el 2015 es oponerse a la producción petrolera, ¿entonces Argentina es un país con habitantes que no quieren energía?

Respecto al pago a Repsol, anotar:

– Cuando en los ’90 se privatizó YPF el barril de petróleo costaba 23 dólares. Hoy está a un promedio de 105 dólares

– Cuando se decidió la privatización en 1992, el rojo de YPF eran de U$S700 millones de dólares anuales (unos 3.000 de hoy)

– Cuando se decidió la expropiación de YPF (hasta ayer era una confiscación), el patrimonio neto de la empresa eran U$S4.500 millones (12 de activo, 8 de pasivo). Se pagarán U$S5.000 millones. Está bien.

– En Estados Unidos durante todos los ’80 y parte de los ’90 quedaron en pie el 10% de las empresas petroleras que existían en la década de los ’70. Hoy se triplicaron.

– Las empresas norteamericanas cerraban porque el valor del barril no alcanzaba ni para pagar el sueldo de las recepcionistas. En YPF pasaba lo mismo.

– Menem desarrolló la única privatización del subsuelo de un país. Salvo Estados Unidos que siempre fue privado, es el único caso del mundo. Polémico, pero no dejó de ser audaz.

– Con Repsol nunca hubo desabastecimiento grave de nafta y los precios, a pesar de incrementos y quejas, siempre se mantuvieron en un promedio normal respecto a los precios globales (más bajos que en Uruguay que no tiene petróleo y más caros que en Venezuela que flota en petróleo).

Con el descubrimiento de Vaca Muerta, Argentina se convirtió en la tercera reserva petrolera (shale) del mundo ¿Tenía que volver al Estado? Creo que sí, aunque el ideal es el sistema norteamericano. Pero si el argentino medio se opone al fracking porque le cree al documental de la canilla que tira fuego, estaríamos a 500 mil años luz de pasar a un sistema donde el subsuelo es propiedad en línea recta hacia abajo del dueño de la superficie. Como es en Estados Unidos.

¿Tenía el Estado argentino que pagar indemnización por la expropiación? Claro. ¿Qué somos? ¿Comunistas?

Fuente: independencia-energetica.org

Gracias al Fracking, EE.UU. se acerca a la independencia energética

Gracias al Fracking, EE.UU. se acerca a la independencia energética

Exploración de gas en Waynesburg

La producción estadounidense de petróleo supera ya a las importaciones y en cinco años será la primera del mundo, por delante de Rusia.

Más que en el conflicto sirio, las negociaciones nucleares con Irán o la expansión marítima de China, es en Dakota del Norte y Texas donde se está operando el mayor cambio geopolítico de esta década. La técnica de la fracturación hidráulica o «fracking», que permite extraer hidrocarburos atrapados entre rocas, ha convertido ya a Estados Unidos en el primer productor de gas del mundo.

Hacia 2019, EE.UU. será el máximo productor de petróleo del planeta, por delante de Rusia, a la que pasará este año, y de Arabia Saudí. Para 2035 habrá alcanzado la independencia energética (su dependencia es hoy del 75%). Con ello presumiblemente disminuirá su interés estratégico en Oriente Medio y podrá ayudar a que la Unión Europea esté menos expuesta al juego de Moscú, como destacaba el último informe geoestratégico del «think-tank» de la CIA.

Esto sucede cuando muchos pronosticaban que «el mundo se aproximaba rápidamente a un punto de máxima producción de petróleo, y avisaban de una crisis sin precedentes en el horizonte», escribe Daniel Yergin, autor de un reciente libro («The Quest») sobre cómo la energía está cambiando los presupuestos estratégicos mundiales.

Las cifras son incontestables. A finales del año pasado, la producción de petróleo estadounidense alcanzó los 7,74 millones de barriles diarios, superando por primera vez en mucho tiempo las importaciones de crudo. Estados Unidos, que es el mayor consumidor de petróleo del mundo, tuvo su pico de producción en 1970, con 9,6 millones de barriles diarios. Desde entonces la cifra fue disminuyendo hasta bajar a los 5 millones en 2008. Entonces la experimentación del «fracking» comenzó a estar madura y la crisis económica, que llevó a un alza de precios del crudo, hizo rentable la nueva tecnología, basada en una extracción horizontal que fractura las rocas para atrapar el hidrocarburo atrapado entre ellas.

Desde 2008, la producción de petróleo con ese sistema en Estados Unidos ha crecido de 600.000 a 3,5 millones de barriles diarios. Eso ha supuesto un incremento de la producción total en un 30%. En 2012, EE.UU. extrajo 8,9 millones de barriles diarios, acercándose a los 10,6 millones de Rusia y los 11,5 millones de Arabia Saudí. De aquí a 2020, el petróleo y el gas pizarra permitirán un aumento del PIB de entre un 2% y un 4%.

Para 2020 el «boom» energético de este método no convencional habrá creado 1,7 millones de puestos de trabajo en EE.UU., según estimación de la consultora McKinsey. Dakota del Norte, que es junto con Texas donde existe una mayor aplicación del «fracking», utilizado también en otros estados, tiene el nivel de paro más bajo de todo el país: solo un 3%.

El «fracking» también ha transformado la producción eléctrica, con el uso creciente del gas natural para la generación de energía en las centrales eléctricas. De acuerdo con la consultora energética IHS, la centrales de gas producirán el 33% de la electricidad nacional en 2020, comparado con el 21% actual. También el gas está alimentando un mayor número de plantas industriales. Todo esto ocurre gracias al abaratamiento del precio del gas en EE.UU., que es tres veces menor de lo que paga la industria europea. Ello permitirá que además de los empleos dedicados a su extracción, el gas soporte también medio millón de puestos de trabajo en la industria de transformación hacia 2025.

La suficiencia energética también viene acelerada por el menor consumo de combustible por parte del parque automovilístico. De las cadenas de montaje de la industria del automóvil están saliendo modelos con un consumo más eficiente, lo que ha llevado a algunos analistas, como el citado Daniel Yergin, a predecir que el petróleo alcanzará un tope en el mundo, pero no motivado por la falta de pozos o reservas, sino por un declive del consumo. «The Economist» profundizaba en este asunto hace unos meses, y aventuraba que comenzará un descenso de consumo global hacia 2030 ó 2040. De los 90 millones de barriles al día que hoy se producen en el mundo se llegará en ese horizonte a los 104 ó 113 millones, empujado por los países hoy emergentes y en desarrollo. Para entonces estos también comenzarán a necesitar menos combustible.

Al acercarse a la independencia energética, EE.UU. está relajando sus restricciones de exportación de energía. Lo ha hecho en el mercado gasístico, pero aún mantiene grandes restricciones en la exportación de petróleo, lo que es herencia de la crisis de mediados de la década de 1970, a partir de la cual el país optó por asegurar sus reservas mientras que compraba crudo a otros productores.

No todo, sin embargo, es viento de cara para EE.UU. La industria del «fracking» no tiene un futuro asegurado. Si el precio del barril desciende por debajo de 80 dólares el barril, los márgenes de beneficio comenzarían a ser escasos para la extracción de petróleo pizarra. Además, los pozos explotados con esta nueva técnica tienen un declive más rápido que los explotados de modo convencional. Pero las compañías de «fracking» advierten que su tecnología también está progresando y que los dos inconvenientes mencionados pueden perder importancia en los próximos años.

Fuente: http://www.abc.es

Una visión del Fracking con F de Fantasía

Por Daniela Rivera*

Si tu hijo no te responde el tercer llamado al celular, te empezás a preocupar y pensás que quizás le robaron o le pasó algo, al quinto, empezás a creer que además de robarle, lo golpearon, cuando vas por la octava llamada consecutiva sin respuesta, te lo imaginás tirado en una zanja. Si tu amigo se retrasa 15 minutos al encuentro, crees que tuvo una demora con el tránsito. A la media hora, pensás que quizás le pasó algo en el camino. Después de la hora de demora, ya pensás que lo secuestraron. Hay una tendencia natural de las personas a creer siempre en lo peor. Y la mayoría de las veces, sin fundamentos. Simplemente nos dejamos llevar por la paranoia, por lo que nos cuentan otros o por lo que nos imaginamos.

Este es el caso de lo que pasa hoy en día con muchas cuestiones en nuestro país. Un ejemplo claro es el caso de los que salen en defensa de una política incluso antes de que ésta se apruebe o, peor incluso, en el caso de que ya se haya desestimado o nunca haya existido. Porque la paranoia es más fuerte. Porque un ataque es siempre la mejor defensa. En esta instancia, me encuentro con Félix Herrero, candidato a diputado nacional por Proyecto Sur. Últimamente vi a este hombre de aspecto bonachón e inofensivo expresarse de una forma muy peligrosa. ¿Por qué peligrosa? Bueno, a ver, Félix es abogado y economista pero habla de cuestiones medioambientales como si fuera experto y hace agua. Que no se malentienda, cualquiera tiene derecho a opinar, pero cuando ese cualquiera es una figura pública, política y apunta a un cargo con las elecciones a la vuelta de la esquina, los parámetros son otros. Si va a hablar, que esté bien informado al menos, que sea lo más objetivo posible (porque todos los que nos vinculamos con los medios masivos sabemos que la objetividad no existe). Porque si no, nos quedan dos opciones: o no se da cuenta de lo riesgoso que es hablar sin saber o lo hace como parte de una estrategia. En cualquiera de los dos casos, es grave.

Prendido de mamá pato (alias Pino Solanas), Herrero menciona peligros del fracking y riesgos que esta técnica puede representar para el ambiente. Sin embargo, muchos de los datos que aporta son inexactos (para no decir falsos) y hay mucha falta de información en su discurso.
Veamos algunos ejemplos para graficar a lo que me estoy refiriendo: Herrero habla de un 3% de químicos peligrosos utilizados para la extracción de hidrocarburos no convencionales. Bueno, este 3 es, en realidad, un0,5. Igualito, ¿no? Son 6 veces más de lo real. Con esa proporción, es como que una barrita de cereal tenga 480 calorías…y yo que creía que me estaba cuidando.
El hombre sigue hablando y dice que el gas no siempre sale por el pozo, que a veces sale por lugares cercanos ocasionando desastres ecológicos. Ok, todo muy general, me parece. Es como decir que la comida no siempre sale del horno, a veces puede salir por otros lados como por la hornalla o la parrilla…o capaz que abrís la canilla y opa! te salió el pollo con papas que estabas cocinando (?). Me dirás: bueno, pará…¿qué tiene que ver el pozo con el horno? Bueno, más de lo que parece. El pozo se hace para llegar a las profundidades donde están encerrados el gas y el petróleo y, para proteger todo lo que está a su paso, las perforaciones incluyen caños de acero y cemento que protege y aísla a estos caños. Como el horno con su material aislante para que no te prendas fuego cuando lo tocás. La razón de todo este sistema de protección es justamente para que no salga nada por otro lado. Para que no se escape nada. Para que el pollo con papas se quede y salga por el horno, ponele.
Otra de las inexactitudes de Herrero es decir que un pozo de no convencionales tiene un horizonte de vida de 5 años. Bueno, sus 5 años son, en realidad, de 20 a 40. Espero que este hombre nunca sea médico porque ya me lo imagino pronosticándole a alguien enfermo una octava parte de la vida que le queda en realidad.
Para ir terminando, quiero mencionar que quedé bastante impactada cuando escuché que decía que Argentina era un país ideal refiriéndose a que acá nadie controla nada. Bueno, déjeme decirle señor Félix que Argentina tiene una de las políticas de seguridad más altas del mundo. Y depende de todos que se cumplan. Mire que la sociedad somos todos, esta responsabilidad ciudadana no termina cuando uno cumple los 70.

El tema de las prohibiciones del fracking no es algo ambiental, esto es político. Y como argentina, como ciudadana y como alguien que ama a su país y quiere que éste progrese, le pido a Félix Herrero y a todos los políticos que intenten pensar más como argentinos y menos como políticos. Porque entre todas las cosas que tenemos que cambiar, dejar de llevar agua sólo para el propio molino, es una de las más importantes. Juntemos mejor todos los molinos y quizás en unos años tengamos una fuente de energías renovables real y no de fantasía.

*Periodista Colaboradora

Fuente: Independencia Energética

Foto: Proyecto Sur

Fracking al palo

Gustavo Cordera y el Fracking

Otra nota de la gente de Independencia Energética

Es muy probable que si a un ingeniero en petróleo lo suben al escenario de Obras Sanitarias a cantar en pijamas la canción “Argentinidad al palo”, se desmaye del susto o no entone las notas correctas, salvo que haya tomado clases de canto. Pero ¿qué pasa si el cantante de la Bersuit Vergarabat hace un video dando una explicación sobre el “fracking”, cual ingeniero que se rompe el culo estudiando 8 años, utilizando su popularidad para generar impacto?

Lamentablemente los ingenieros, geólogos y otros profesionales expertos en fracking no tienen la llegada de una persona que canta en pijamas frente a un estadio lleno, pero sí tiene el conocimiento para dar a conocer cuáles son las verdades del método de extracción que va a garantizar la independencia energética del país.

Este video mal intencionado desarrollado por Argentina Libre de Fracking, donde obviamente está metido nuestro amigo Pino, no es más que un conjunto de estupideces editadas dichas por un cantautor totalmente desinformado, buscando asustar a la sociedad argentina y generar odio sobre una medida estratégica tomada por el actual gobierno argentino que aspira a lograr la Soberanía Energética de nuestro país.

El mismo comienza con la siguiente frase: “Fracking, tiene una connotación así viral, ¿no? ¿Patriarcal? Violatoria también. Americana.” Seguramente la intención acá fue meter un poco de poesía a un tema del cual no tiene la puta idea de lo que se trata. Patriarcal y viril son términos utilizados sobre características de un hombre y de la desigualdad de poderes entre hombres y mujeres respectivamente, pero esto ¿qué tiene que ver con el fracking? Pero no quedó ahí y retrucó con la palabra “Violatoria”. Ninguno de los pozos, ya sea en EEUU o en Argentina, se hacen sin los permisos ambientales correspondientes y el previo acuerdo con los dueños (en el caso de EEUU y las provincias en Argentina) para explotar las tierras. Sin hablar de las regalías que se dan por realizar esta actividad.

Luego, el video sigue con la frase “emprender el viaje hacia energías alternativas” y expresa que Argentina es el país elegido para desarrollar fracking porque EEUU y Europa no pueden. Toda esta información es FALSA. El viaje hacia energías alternativas comenzó hace rato con la construcción de Atucha II, fuentes eólicas en Neuquén, centrales hidroeléctricas con licitaciones millonarias para, de a poco, ir cambiando la matriz energética. Pero la realidad es que nuestra matriz energética está compuesta en un 85% de hidrocarburos y es imposible cambiar esto de un día para el otro. Es necesario trabajar pero, por lo menos, durante los próximos 10 o 20 años, tenemos que ser estratégicos para el consumo de hidrocarburos si queremos tener un país estable. Y aquí es donde entran en juego el Fracking y Vaca Muerta. Esta última es una de las principales reservas del mundo de petróleo y gas no convencional que puede impulsar el desarrollo del país y el corte de importaciones de GNL, que cuesta millones y millones de dólares hoy en día.

Volviendo a la otra frase de nuestro consagrado cantante Gustavo Cordera sobre la prohibición del fracking en Europa, les cuento que Francia y Bulgaria son los únicos dos países que lo prohibieron y esto es, básicamente porque no tienen los yacimientos que nosotros tenemos. No seamos ilusos, la idea es hacer lobby para prohibirlos y utilizar energías desarrolladas por ellos, como la nuclear.

Argentina, en todo sentido, fue bendecida con Vaca Muerta y la decisión de explotarlo fue tomada por una empresa con el 51% estatal con lo cual la estrategia es argentina, así como los acuerdos con las diferentes empresas que quieren formar parte de este proyecto.

Por último y para terminar, porque si no aburro, quiero aclarar que el lugar de Neuquén al cual él llama Vaca Muerta no se llama así, sino que es parte de Loma La Lata y Loma Campana, al norte de la provincia. El nombre que Cordera usa es el del yacimiento. Quizás no leyó bien el mapa de Neuquén y se le pasó. Y en cuanto a los mapuches (nombrados en otros videos de la organización)  nunca fueron expulsados de sus territorios, de hecho, ellos quisieron frenar los pozos para evitar las perforaciones aunque la cuenca de Vaca Muerta es un desierto sin una choza a la vista. Tampoco se registraron muertes derivadas del fracking por “beber agua contaminada”, aunque les encanta usar esas palabras cinematográficas para generar paranoia. Sí, todo esto es un verso sentimentalista para que el que no se quiera informar, sea un nuevo enemigo del fracking.

 

Fracking: No hablemos sin saber

Claromeco

 

LES COMPRATO ESTA EXCELENTE NOTA SOBRE UNA MUJER DE PROYECTO SUR QUE DEFIENDE A CIUDADES EN LA QUE NO HAY INTENCIÓN DE HACER FRACKING

Por Ernesto Gallegos*

Tanto en comunicación o divulgación científica como en literatura, lo importante son los lemas, los estribillos, las ideas-fuerza. Me gusta mucho ese que tenía en la bio Camus Hacker (?) “Atiendo Boludos”. Pero uno es un académico, un profesional, una persona seria: tengo mi propia versión que uso casi como un mantra. “No hablemos sin saber”.

Durante este infernal enero me crucé un par de veces con los tuits de @LauraGarciavaz, que según su propia bio es vicepresidenta de Proyecto Sur en la Provincia de Buenos Aires. La señora García Vazquez aparece en estas semanas enarbolando un discurso tan encendido como peligroso. Mi favorito (o todo lo contrario) es su tweet-catástrofe “Cómo hubiera sido el incendio en Sierra de la Ventana si el proyecto de #fracking de YPF estuviera en marcha?” acompañado de una foto de tierra arrasada por el fuego.

El discurso de la señora García Vazquez es un buen ejemplo de lo que podríamos llamar otro “alzamiento para detener al tren fantasma”. Esto es: generar psicosis en la población con argumentos falsos, conseguir algún tipo de legislación anti algo (en este caso anti fracking), y por último capitalizar políticamente ese logro (“LOGRO” entre muchas comillas). Se trata de un tren fantasma porque (al igual que ya pasó en la provincia de Entre Ríos) lo que se logra es evitar algo que no iba a suceder de todos modos. Esto está sucediendo en este momento en diversas localidades ubicadas dentro de la llamada Cuenca de Claromecó. Estos militantes del miedo empiezan a psicopatear a poblaciones enteras basándose en mitos para nada ingenuos. Sólo para mencionar uno rápidamente, @LauraGarciavaz dice y repite en twitter “El fracking produce terremotos”, cuando está comprobado que la vibración que genera la fracturación hidráulica “se halla muy por debajo del umbral de las escalas más utilizadas y no son detectables, salvo por sismógrafos”. Sin contar con que citan contstantemente el proyecto de ley elevado por el Senador Pino Solanas para prohibir la fracturación hidráulica en Argentina, argumentando que en otros países importantes ya se hizo, mientras la Unión Europea hace menos de dos semanas presentó su propia legislación para permitir esta técnica. Y así con todos sus argumentos (no) técnicos.

Esta disputa proviene de algún estudio de pre factibilidad realizado por investigadores que encontraron algún porcentaje ínfimo de hidrocarburos en la cuenca, asociados a los escasos mantos de gas que allí se encuentran. NO se trata de shale-oil ni gas. NO se trata de reservorios tipo tight. NO se trata de cantidades económicamente viables de explotar, sólo de parte del conocimiento de la cuenca. NO se trata de un recurso (aunque muy escaso) que pueda recuperarse utilizando la técnica de fracturación hidráulica o fracking.

Para terminar me gustaría a invitar a @LauraGarciavaz a debatir en la red social del pajarito y a presentar cualquier tipo de pruebas que refuten lo que digo en esta nota. Me puede buscar (y encontrar) como @berenjenal.

Todos nosotros, y vamos a coincidir en que los políticos sobre todo, no deberíamos hablar sin saber.

*Geólogo y Docente de la UBA. @berenjenal